Advertancia
Así como todos lo sabemos, la búsqueda de Paititi atrae desde hace siglos a investigadores, exploradores y aventureros de toda clase. Podemos encontrar en Internet todo tipo de artículos sobre este tema.
Esto también se refiere a la investigación realizada por el Instituto Inkarri en la ciudadela inca de Machu Picchu, entre 2011 y 2014, así como a la investigación realizada por Inkarri entre 2016 y 2021 con respecto a extrañas momias, descubiertas en 2015 en la región de Nasca, A la fecha de hoy, dichas investigaciones siguen.
Por este motivo, queremos aclarar que la única información oficial y fiable, relativa a la investigación de Thierry Jamin y el grupo Inkarri, son los datos publicados en este sitio web y en los sitios asociados a Thierry Jamin y al Instituto Inkarri:
Algunas informaciones difundidas en unas plataformas, supuestamente «enciclopédicas», tal como Wikipedia, dedicando artículos sobre el Instituto Inkarri y mi persona, contienen un número importante de inexactitudes y declaraciones malévolas que rozan hasta a veces la difamación. Evidentemente no son firmadas por ningún autor. Advertimos a nuestros amigos Internautas contra tales artimañas que podemos sólo denunciar. Al mismo tiempo, rendimos homenaje al coraje de estos autores anónimos…
Comprendemos que la mediatización de las investigaciones realizadas por el grupo Inkarri pueda irritar a veces algunos “especialistas» de Paititi para los cuales todos los medios son buenos para denigrar nuestro trabajo.
Los presupuestos para organizar cada campaña de investigación no son anodinos. La mediatización constituye para nosotros un medio para financiar estos estudios.
También quiero precisar que el grupo Inkarri, que tengo el honor de dirigir desde el 2009, esta únicamente constituido por profesionales y siempre actúa en el estricto respeto de las leyes y normas peruanas. Cada una de nuestras campañas de investigación hace sistemáticamente objeto de un proyecto de investigación, dirigido por un arqueólogo peruano. Cada proyecto está sometido a la aprobación del ministerio peruano de cultura y, si llega el caso, de los ministerios del ambiente, de salud, del interior o de los asuntos exteriores.
Lamento de precisar a estos pseudos “especialistas» que el equipo Inkarri es actualmente el único que actúa así, con toda legalidad.
No dejamos de denunciar aquí, en Cusco, las intrusiones ilegales de pseudos «exploradores» nacionales o extranjeros, en busca del Paititi a golpes de dinamitas, de drones o detectores de metales…
Sabemos, más que nadie, lo que significa la investigación de la ciudad perdida de los Incas. Esta búsqueda se merece. Su descubrimiento, estamos convencidos de eso, no será el hecho de estos huaqueros, visiblemente apoyados por estos valientes autores anónimos.
Sera sólo con una investigación profesional, seria y metódica que será posible un día hacer pasar la ciudad sagrada de los Incas de la leyenda a la ciencia. Esto implica el respeto de las leyes, de los reglamentos y de los protocolos, pero igualmente el respeto de los valores humanos y de las tradiciones locales ancestrales. Tantos elementos indispensables que parecen olvidar la inmensa mayoría de los investigadores del Paititi.
Thierry Jamin
Diciembre de 2020